Conflicto de la basura:
¡Algo huele mal!
Por estos días el conflicto suscitado por los trabajadores de la basura está que arde. Armando Soto, presidente del gremio de los recolectores de desechos, lleva varios días lanzando dardos a la Concertación. Los acusa de no cumplir los acuerdos. Una vez más, el cuento de nunca acabar.
Son 10 años los que este gremio lleva luchando para obtener sueldos y camarines dignos. Esta bien que trabajen con la basura de todos nosotros, pero no por eso deben ser tratados como basura.
Son 10 años los que este gremio lleva luchando para obtener sueldos y camarines dignos. Esta bien que trabajen con la basura de todos nosotros, pero no por eso deben ser tratados como basura.
Según Soto, no hay muchas expectativas. Sin embargo, no cederán ante las presiones del gobierno, ya que desde 1997 que se crean comisiones que nuevamente no han dado resultado, al igual que en educación y sueldo mínimo ¿No les suena conocida la canción?
Y es que el tema no sólo se enraíza en estas básicas demandas, va más allá. Aún existen empresas subcontratistas que no están respetando las normas, a pesar de que hace ya varios meses este tema se encuentra legislado.
En la Municipalidad de La Florida hace tres meses que se prometió solucionar este conflicto. Pablo Zalaquett, edil de esta comuna, en aquellos días llamó a todos sus concejales para firmar un acuerdo donde se ampliarían los plazos de licitación. Todo se armó con una sesión extraordinaria, para salvar a los humildes trabajadores de la basura y de pasadita a sí mismo, ya que estos regidores lo tenían amenazado de ir directo a la Contraloría General de la República para acusarlo de “notable abandono de deberes”. Hoy La Florida es una de las comunas que no está cumpliendo lo que prometió.
Es como un de já vù. Todo sucede de la misma manera, es la misma tonada. Presiona para que te tomen en cuenta, aunque sea por un rato, se arma una comisión, se firman unos acuerditos por aquí, otros por allá. Pero “al final la vida sigue igual, al final la vida sigue igual, ¡hey!”


